Está muy bien la ciudad de las personas, pero este Ayuntamiento actúa de cara a la galería y de forma populista. Resulta cobarde y del todo inconcebible realizar un proyecto de una superilla y no mirar los inconvenientes que provoca, el coche no es el enemigo público de los ciudadanos, al contrario sigue siendo necesario y a veces no tan molesto como las acciones incívicas de muchos ciclistas, motoristas y de ciudadanos de a pie que ensucian las calles, orinan o actúan de forma inapropiada. Es muy valorable las zonas 30 y 10 km por hora, pero de allí a no poder pasar por las calles con grandes restricciones como se está haciendo me parece muy lamentable, son ganas de complicar la vida al ciudadano como se ha hecho en el Poblenou mi barrio (me he preocupado de observar la zona). Seguro que es muy fácil atreverse con una zona con pocos vecinos y edificios con la excusa de empezar una prueba piloto que luego extenderán a otras áreas de Barcelona, seguro que el Consistorio no se atreverá con el Eixample, un Pedralbes o Sant Gervasi pongamos por caso, pues las quejas y la presión popular no lo permitirían.