Considero dos factores básicos para mantener motivado el voluntariado: El primero es que el voluntario se sienta acogido dentro de la organización como si fuera un trabajador más, sea tomado en cuenta para participar en las decisiones y sea informado de todo lo que tenga que ver con la vida interna de la entidad en la que realiza el voluntariado. La integración y la cohesión interna (que no corporativismo) ayuda a desarrollar el concepto de pertenencia y la acción realizada será llevada a cabo con mayor implicación y motivación. El otro factor importante es no confundir voluntariado con el resto de puestos de trabajo de la asociación. El voluntario decide dedicar su tiempo libre a colaborar incondicionalmente con lo que pueda, pero necesita tener cubiertas sus necesidades laborales y niveles de satisfacción personal. Delegar en voluntarios tareas complejas con horarios extensos supone convertir un puesto de trabajo en un empleo no remunerado, y eso, no debe ser el voluntariado. Un voluntario que dedica su tiempo a cubrir la dificultad para contratar personal de una asociación es un voluntario desmotivado.