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Internacional

Libia: Respuesta inadecuada de los miembros de la UE a las personas refugiadas atrapadas en el limbo

  • Un nuevo informe de Amnistia Internacional.

El Estado español debe cumplir sus compromisos y acoger a algunas de estas personas. Los países europeos han negado lamentablemente la ayuda a los miles de personas refugiadas, en su mayoría africanas, atrapadas cerca de las fronteras de Libia. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en un nuevo informe publicado hoy.

En “Europa, es hora de actuar”, la organización critica enérgicamente a los gobiernos de la UE por no ofrecer reasentamiento a los 5.000 refugiados –según estimaciones– que sufrirían persecución o situaciones de conflicto de ser devueltos a sus países y que actualmente viven en condiciones atroces en las fronteras de Libia con Egipto y Túnez.

“Hemos sido testigos de una pésima respuesta a la situación de las personas refugiadas que se encuentran desplazadas a las puertas de Europa”, ha manifestado Nicolas Beger, director de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.

“Esta negación de la ayuda resulta especialmente flagrante habida cuenta de que algunos países europeos, al participar en las operaciones de la OTAN en Libia, han sido parte en el mismo conflicto que se ha convertido una de las causas principales del desplazamiento involuntario de personas.”

“Los ministros del Interior de la UE deben abordar urgentemente la cuestión del reasentamiento. Pueden empezar por situar esta cuestión en un lugar destacado del orden del día del Consejo de Justicia y Asuntos Interiores, que se reunirá el 22 de septiembre.”

Un millar de personas, entre ellas eritreos, etíopes, iraquíes, marfilenses, palestinos, somalíes y sudaneses, se encuentran atrapadas en el puesto fronterizo de Saloum, en Egipto. La mayoría duermen en tiendas improvisadas hechas con mantas y plásticos. Dos grandes tiendas albergan a las mujeres y los niños. Mientras tanto, en el campo de Choucha, en Túnez, unas 3.800 personas refugiadas y solicitantes de asilo viven en una zona desértica aislada en duras condiciones. Un sudanés dijo a Amnistía Internacional: “Los seres humanos necesitan dignidad y libertad. Pero en Sudán no hay libertad, y aquí no hay dignidad”.

Las personas refugiadas que se encuentran en Túnez y Egipto no pueden regresar a sus países porque correrían un peligro real de persecución o de sufrir graves daños, ya sea por ataques deliberados o por la violencia indiscriminada derivada de los actuales conflictos.

El regreso a Libia –un país que en estos momentos no puede ofrecer una protección adecuada a los refugiados– tampoco es una opción.

Amnistía Internacional ha documentado cómo, cuando estalló el conflicto en febrero, los combatientes contrarios a Gadafi atacaron a subsaharianos a los que acusaban de ser mercenarios de Gadafi.

Cuando Bengasi y otras ciudades orientales cayeron bajo el control de la Coalición Nacional de Transición, las fuerzas contrarias a Gadafi llevaron a cabo registros domiciliarios y perpetraron homicidios y otros ataques violentos contra soldados de Gadafi, contra personas leales al gobierno y contra subsaharianos sospechosos de ser mercenarios.

Amnistía Internacional cree que las personas del África subsahariana que se encuentran en Libia corren grave peligro de sufrir abusos y detenciones arbitrarias por parte de las fuerzas contrarias a Gadafi. La semana pasada, la organización publicó un informe en el que pedía a la Coalición Nacional de Transición que tomara más medidas para proteger a estas personas frente a represalias.

El Gobierno español debe cumplir sus compromisos y acoger a algunos refugiados. Australia, Canadá y Estados Unidos se han ofrecido para reasentar a algunas de las personas refugiadas atrapadas en las fronteras de Libia. Sin embargo, sólo ocho países europeos han ofrecido ayuda, y entre todos suman menos de 700 plazas. España se comprometió a reasentar entre 75 y 100 personas, pero todavía no ha acogido a ninguna. Por este motivo, Amnistía Internacional va a poner en marcha una acción de envío de cartas al Ministerio del Interior, a través de  www.actuaconamnistia.org para que, conforme a lo establecido en la Ley de Asilo, asuma su responsabilidad de reasentar a los refugiados que huyen de Libia.

Ante esta crisis humanitaria, el gobierno español tiene una gran oportunidad de mostrar su solidaridad internacional en defensa de los derechos de las personas refugiadas.

Empujados por la desesperación, cada vez más refugiados están optando por regresar a Libia para tratar de embarcar rumbo a Europa en un peligroso viaje por mar que, según se cree, se ha cobrado más de 1.500 vidas desde que estalló el conflicto en Libia.

Amnistía Internacional ha pedido a la comunidad internacional, y especialmente a los Estados miembros de la UE, que comparta la responsabilidad de reasentar a las personas refugiadas que huyen de Libia.

Según la organización, para hacer frente a esta emergencia los países que ofrezcan reasentamiento deben ofrecer cobijo a un número mayor de personas de lo establecido por las cuotas anuales existentes, con el fin de no agotar las plazas, tan necesarias, en otros lugares.

“Estas personas atrapadas en las fronteras de Libia se encuentran entre la espada y la pared”, ha manifestado Nicholas Beger. “Es hora de que la UE asuma la responsabilidad de esta crisis.”

El informe Europa, es hora de actuar: Personas refugiadas obligadas a huir de Libia precisan reasentamiento urgente se basa en las visitas realizadas por delegaciones de Amnistía Internacional en junio y julio al campo de refugiados de Choucha, en Túnez, y al puesto fronterizo de Saloum, en Egipto.


Reasentamiento: El ACNUR define el reasentamiento como la selección y transferencia de refugiados desde un Estado en el cual ellos han buscado protección a un tercer Estado que ha aceptado admitirles –como refugiados– con estatuto de residencia permanente.

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